En los faros de trabajo HELLA se aprovechan al máximo todas las ventajas de la moderna tecnología de iluminación LED. La elección de los LED, la alimentación eléctrica y la gestión térmica del faro son factores decisivos para conseguir una potencia luminosa óptima (lumen). La calidad de los componentes utilizados por HELLA garantiza, por ejemplo, que la luz mantenga el mismo nivel de luminosidad a altas temperaturas ambientales. Una buena gestión térmica es necesaria para garantizar una larga vida útil y una buena relación calidad-precio de los faros de trabajo LED. El motivo es que, en cuanto se enciende un LED, se genera calor. Cuanta más corriente se suministra al sistema, más calor genera el LED. Cuanto mayor es la temperatura del LED, menor es la potencia luminosa y menor es la vida útil. Por tanto, el calor debe disiparse al medio ambiente. HELLA utiliza los últimos programas de simulación durante el desarrollo de los productos para garantizar una disipación óptima del calor a través de la carcasa. Los faros de trabajo LED de HELLA también están equipados con sensores térmicos para ofrecer una protección fiable contra el sobrecalentamiento de los LED. Esto garantiza una vida útil extremadamente larga de hasta 60.000 horas, así como una emisión de luz constante.